En un contexto de cambio constante, “Evolucionar sin perderse” plantea cómo las marcas pueden adaptarse sin traicionar su esencia. Frente a la saturación de tendencias, destaca la importancia de una coherencia estratégica, una identidad flexible y una conexión real con la cultura. Propone tres capas clave para una evolución con sentido: leer el entorno (cultural), escuchar al consumidor (humana) y saber renunciar (estratégica). Un manifiesto para construir marcas que fluyen,