El branding no es estética, es el sistema operativo de tu negocio. Funciona como el núcleo que alinea estrategia, cultura y comunicación, dando coherencia a cada decisión. Ignorarlo es planificar a ciegas. No es la guinda, sino la receta para construir una empresa relevante y duradera. La estrategia sin marca es solo una lista de tareas; con marca, es un mapa hacia el éxito.